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El sector de las energías renovables ha experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos años. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), para 2025, las energías renovables superarán al carbón como la mayor fuente de generación de electricidad en el mundo. Este cambio es crucial para la transición hacia un futuro energético más sostenible y para alcanzar los objetivos climáticos globales.
En 2023, la capacidad de energía renovable mundial aumentó en un 50% en comparación con el año anterior, añadiendo casi 510 gigavatios (GW) a la red global. Este crecimiento estuvo dominado por la energía solar fotovoltaica (PV), que representó tres cuartas partes de las nuevas adiciones. La energía eólica también mostró un crecimiento significativo, particularmente en China, donde las adiciones de capacidad eólica aumentaron en un 66% interanual (World Economic Forum).
La IEA proyecta que, para 2025, las energías renovables superarán al carbón y se convertirán en la mayor fuente de generación de electricidad en el mundo. Este cambio estará impulsado principalmente por las expansiones en energía solar y eólica, que representarán el 95% del aumento en la capacidad de energías renovables. Se espera que la capacidad de generación de energía renovable crezca hasta alcanzar los 7,300 GW para 2028 (World Economic Forum).
A pesar del crecimiento impresionante, la transición energética enfrenta desafíos significativos. Uno de los mayores retos es la falta de financiación para las economías emergentes y en desarrollo, lo que resulta en una distribución desigual de las energías limpias a nivel mundial. Según la IEA, es crucial escalar rápidamente la financiación y el despliegue de energías renovables en estas regiones para lograr los objetivos globales de energía limpia (World Economic Forum).
El aumento de la capacidad de energías renovables tiene un impacto positivo significativo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La energía solar y eólica, al no depender de combustibles fósiles, reducen la contaminación del aire y contribuyen a la mejora de la calidad de vida de las comunidades locales. Además, la transición a energías limpias fomenta la creación de empleos verdes y el desarrollo económico sostenible (World Economic Forum).
La transición hacia energías renovables es esencial para combatir el cambio climático y promover un futuro energético sostenible. El crecimiento proyectado de la capacidad de energías renovables, superando al carbón para 2025, marca un hito crucial en esta transición. Sin embargo, es fundamental abordar los desafíos financieros y de infraestructura para asegurar una distribución equitativa de los beneficios de las energías limpias a nivel global.
Referencias:
